viernes, 30 de enero de 2015

Psicología y Pseudociencias. Mitos y realidades I.



Además de las diferentes reflexiones y temáticas de carácter psicológico de los distintos posts, creo que este Blog también puede ser un lugar perfecto para ir rompiendo algunos mitos que rodean al trabajo de los psicólogos. Y no me refiero sólo a los típicos clichés y frases como las de “parece mentira que seas psicólogo” o “cuidado, que es psicólogo y nos puede leer la mente”, sino a cosas que parecen estar dentro del trabajo de un profesional de la Psicología pero que realmente no lo están (o, al menos, dentro del método cognitivo-conductual, contrastado y científico). Voy a intentar hacer un post diferente analizando algunos ejemplos 100% reales con los que me he ido encontrando.

-“¡Deja de fumar en una sola sesión!”.

No seré yo el que diga que quien haga este tipo de cosas esté haciendo algo incorrecto o que no funcione, por supuesto. Pero sí afirmo que es muy, muy, muy complicado que un paciente con una fuerte adicción al tabaco deje de fumar así porque sí en un solo día, por muy buena que sea la técnica en cuestión que se utilice. Ya es difícil dejar una adicción en una serie de sesiones estructuradas en el tiempo que incluyan el trabajo en un conjunto de variables psicológicas (reducción de la ansiedad, reestructuración cognitiva, cambio de hábitos, etc.) o siguiendo un modelo concreto, por lo que debo no recomendaros este tipo de milagros psicológicos, ya que (además de que habitualmente son muy caros) suelen tener una efectividad y rigurosidad dudosa. Y sí, puede que conozcamos algún caso de una persona que ha dejado de fumar de un día para otro, sin necesidad de acudir a un médico o psicólogo, pero es probable que todavía sienta ansiedad al ver u oler el tabaco o incluso haya recaído en diversas ocasiones.

-“¡Mejora tu autoestima con esta crema especial!”.

Lo siento, pero no. No hay una correlación biológica demostrada entre una crema hidratante y un constructo psicológico, al menos de momento. Otra cosa bien distinta es que debido a la utilización de una crema (u otro producto de cosmética) te sientas mejor, más cuidad@, más limpi@ o más guap@; resulta obvio que nuestro aspecto físico puede influir de manera relevante en la valoración que hacemos de nosotros mismos. Pero no hay una relación directa: Un perfume, crema o producto no te sube la autoestima. Si quieres mejorar tu autoestima, tómate unos minutos para analizar las cosas buenas de tu vida y de tu personalidad, y párate a pensar si tu aspecto físico tiene más peso en tu autoestima que tus ideas, valores, actitudes y sentimientos. O directamente, ves a un psicólogo: Te ayudará a aceptarte a ti mism@, a cambiar aquellas conductas negativas que te afectan y a tener una visión realista de tu persona.

-“Es que yo no creo en psicólogos”.


Es que esto no funciona así. La Psicología no es algo en lo que se crea o no se crea, es una ciencia. Nadie diría “yo no creo en los médicos”. Y es que, salvando las distancias, en el ámbito clínico-sanitario los psicólogos no somos una especie de adivinos super-héroes soluciona-problemas, sino profesionales que recopilamos información sobre conductas, antecedentes y consecuentes, para ayudar a los pacientes a solucionar sus problemas, superar sus miedos o ser más felices mediante una serie de pautas que ellos tienen que ir trabajando y aplicando en su día a día. Porque sí, esto es así de duro: Aunque des el paso de ir al psicólogo, el gran esfuerzo para obtener un cambio vas a tener que realizarlo tú. Por otro lado, como en todos los gremios, hay buenos y malos profesionales, y eso no debería restar rigor a su profesión. Piensa que un mal fontanero no te hace dejar de creer en la fontanería, ¿verdad? Pues lo mismo.


Estas son, de momento, algunas de las ideas sobre la Psicología que quería ir desmontando. Espero poder ir complementando esta mini “sección” del Blog en un futuro, según me vaya encontrando con más mitos e ideas sobre esta bonita (y a veces mal entendida) profesión. Hasta la próxima, os dejo con un vídeo que ilustra de forma muy resumida por qué acudir a un psicólogo: No implica que estés loco, implica un paso importante para resolver tus problemas de manera profesional, seria, y más efectiva.


David Olivares Valles
@davipsico