martes, 16 de septiembre de 2014

Deporte y autoconfianza: Un motor para la autoestima.



Cuanto más deporte hago, más me gusta y más me asombra la capacidad que tiene para, además de mantenerte en forma y preservar tu salud, hacerte sentir bien. Y es que más allá de los efectos fisiológicos directos de las endorfinas (de los que ya hemos hablado en este Blog), la actividad física puede ser una forma perfecta de ganar confianza y preservar la autoestima, de ahí que incluso ayude a aliviar estados ansiógenos o depresivos.

-Superación deportiva y logro de objetivos.

Es bien sabido que una forma de sentirnos bien con nosotros mismos es conseguir objetivos que nos planteemos, sean de carácter laboral, académico, personal o deportivo. La consecución de estos últimos es especialmente gratificante, ya que generalmente requieren un nivel de esfuerzo físico y mental superior a lo logrado hasta el momento. Además, para lograrlos se necesita un entrenamiento constante, periódico y (por lo general) bastante prolongado en el tiempo, lo que hace que la consecución de dicho objetivo esté más constantemente presente en nuestra mente. Como ejemplo, una persona que desee acabar un Maratón por primera vez necesita meses de preparación, planes de entrenamiento, muchos preparativos, duras sesiones de ejercicio, etc., por lo que al terminar dicha carrera, la satisfacción es muy grande.

Esta satisfacción al lograr nuestro objetivo deportivo deseado puede provocar una sensación personal de fortaleza y bienestar que aumenta la visión positiva que tenemos de nosotros mismos, de ahí que nuestro autoconcepto y nuestra autoestima salgan reforzados de la actividad física, sea ésta realizada individualmente o en grupo.

-Deporte y motivación personal.


Para que una experiencia deportiva nos resulte gratificante, deben seguirse algunas de las pautas básicas de la motivación humana para no caer en el aburrimiento, la rutina o los esfuerzos inadecuados. Para empezar, debemos establecernos expectativas que sean realistas, alcanzables con un entrenamiento a corto-medio plazo. Y es que en el deporte no se puede pasar de 0 a 100; por ejemplo, tras estar meses sin realizar ejercicio físico, tenemos que empezar progresivamente, de menos a más, y teniendo claras nuestras limitaciones (por ejemplo, con la bicicleta: Empezar dando paseos suaves que, progresivamente vayan aumentando en intensidad). Además, se debe tener en cuenta que los objetivos a corto plazo (es decir, aquellos que se pueden conseguir en unos días o semanas) son más fáciles de conseguir y, por tanto, nos ayudarán a persistir en el ejercicio (si nuestra meta es, por ejemplo, adelgazar 20 kilos de aquí a 3 años mediante el ejercicio, probablemente nos cansemos antes y abandonemos enseguida). Hay que tener en cuenta que estas “reglas” no se aplican sólo a grandes objetivos deportivos, sino también a cualquier rutina deportiva que se tenga establecida (salir a caminar, actividades pautadas en un gimnasio, etc.). Y, por supuesto, debemos elegir la práctica de un deporte que nos resulte divertido o gratificante; en definitiva, que nos motive.

Por todo esto, podríamos hablar de otra “vía” con la que conseguir bienestar psicológico a través del deporte: Además de las endorfinas, la satisfacción por conseguir los objetivos que nos habíamos propuesto. Como experiencia personal, he de decir que pocas sensaciones se parecen a correr el último kilómetro de un Maratón: Tras haber sudado un buen puñado de duros entrenamientos, llevar muchos kilómetros en las deportivas, haber tenido bastantes dolores y agujetas e incluso haber pensado mil veces que no serás capaz, lo que sientes al ver la línea de meta es algo que no se puede expresar con palabras. Por eso, mi consejo (para el deporte y para la vida en general) es que os esforcéis, que os pongáis objetivos, que no hagáis caso de quien dice que no podéis hacerlo (sobre todo si ese alguien sois vosotros mismos), y que perseveréis. Los esfuerzos se recompensan, y los objetivos llegan.

Para terminar, os dejo con un vídeo que expresa gráficamente cómo el “trabajo duro” beneficia a nuestra mente. Disfrutad y ¡a por ello!


David Olivares Valles
@davipsico