Mk Geek y davipsico volvemos a
las andadas, con un post conjunto sobre cómo la Psicología puede jugar un papel
casi decisivo en la Publicidad, el Marketing y la toma de decisiones.
En cualquier departamento de
Marketing de una empresa, conocer las distintas estrategias psicológicas y
utilizarlas bien puede hacernos vender mucho más que nuestros competidores. A
la hora de llamar la atención de nuestros consumidores, es importante saber
desde dónde colocamos un determinado anuncio hasta las características de los
estímulos que tiene (música, imágenes, colores…). Un anuncio tiene que ser
llamativo para captar nuestra atención, por lo tanto el equipo de publicidad
deberá conocer muy bien a su target y utilizar unos determinados recursos para
que la información se procese correctamente y podamos almacenarla en la
memoria. Esto es posible gracias a la ayuda de: Eslóganes pegadizos (“Just Do
It” de Nike), canciones (¿quién no conoce la canción del Cola-Cao?), imágenes
atrevidas (por ejemplo, spots publicitarios de Benetton) y un sinfín de
estrategias más.
Además de estas estrategias que
recurren a los procesos mentales más simples, tenemos que tener en cuenta al
consumidor. No basta con que un anuncio nos llame la atención o recordemos su
música; como publicistas, debemos hacer que el target tome la decisión de
comprar nuestro producto, que tiene que convertirse en la alternativa con más
posibilidades de entre todas las que hay en el proceso de decisión de compra.
Desde el surgimiento del problema hasta la evaluación post-compra, deberemos
estar presentes.
Para ello pensaremos la forma de
cautivarlos para llegar más allá y crear un compromiso con el producto. Una
forma muy directa y usual de conseguir esto, es crear anuncios que apelen a la
parte emocional (que te toquen la fibra sensible), ya que consiguiendo esto el
consumidor no nos olvidará y creará un “afecto positivo” hacia nuestro
producto. La parte emocional del Marketing es tan potente que puede incluso
cambiar el modo en el que percibes un determinado producto/marca (como por
ejemplo Apple, que ha conseguido
traspasar esa barrera y ya no es solo un producto, sino una forma de
vida). A continuación se muestra uno de los ejemplos más recientes de esta
marca estadounidense.
En definitiva, jugando con la
publicidad y utilizando los distintos recursos de la mente, hay infinitas
posibilidades para que nuestro producto tenga éxito, si estos recursos se
utilizan bien.
David Olivares Valles
@davipsico
Cristian Coello Cantero
@icolol