lunes, 14 de abril de 2014

La mente del corredor.


En los últimos años, el “running” (o como se ha llamado toda la vida “salir a correr”) se ha establecido como una nueva moda a nivel mundial, tomándose como un estilo de vida, una rutina que a muchos nos es imposible dejar e incluso convirtiéndose en una poderosa arma de negocio. Pero, ¿qué hay de cierto en que salir a correr es siempre beneficioso para la salud? ¿Puede el running mejorar también nuestra salud psicológica? ¿Se puede utilizar como una herramienta para un importante cambio personal?

-El importante papel de las endorfinas.

Las verdaderas responsables de quedar “enganchados” a correr son las endorfinas. Son neuropéptidos, liberados por la glándula hipófisis, que nuestro cerebro produce ante la realización de determinadas actividades (no sólo corriendo, sino también con otro tipo de actividades placenteras o consideradas relajantes) y que tras correr producen en nuestro cuerpo una sensación de bienestar, de felicidad, que hace que queramos volver a salir a correr, que queramos ir más allá o que queramos ponernos nuevos retos u objetivos deportivos.

-Correr más beneficia a tu mente.

Como otros deportes, el running es una muy buena forma de combatir el estrés de la vida diaria, de liberar tensiones y también, debido a los ya mencionados efectos en nuestro cerebro, de reducir síntomas depresivos o bajos estados de ánimo. Dentro del estresante modo de vida actual, en muchas ocasiones salir a correr nos proporciona el tiempo perfecto para desconectar, o por el contrario, para reflexionar sobre las preocupaciones de nuestra vida laboral, social o personal, interviniendo así en la solución de problemas. También puede ser una importante herramienta para la motivación personal, es decir, para el establecimiento de nuevos objetivos, promoviendo la cultura del esfuerzo y aumentando la autoestima y autoeficacia personales tras la consecución de los mismos. Y a pesar de que es una actividad que puede realizarse de forma individual, su práctica en grupo es una manera perfecta de fomentar nuestras relaciones sociales, crear sentimiento de grupo y mejorar la comunicación intergrupal.

-Correr con cabeza.


Durante años, parecen haberse corroborado la enorme cantidad de efectos beneficiosos que correr tiene en la salud física, efectos que se extienden desde un mejor funcionamiento de los sistemas circulatorio, hormonal, óseo, etc., hasta el sistema nervioso e incluso el inmunitario, además de que es una actividad recomendable para perder peso y disminuir los niveles de grasa corporal. Sin embargo, correr es una actividad cuyo progreso ha de realizarse escalonadamente, poco a poco. En caso de principiantes, se ha de tener en cuenta además el estado de salud previo antes de empezar a correr, ya que, por ejemplo, una persona que se está recuperando de alguna lesión o sufre de una enfermedad puede empeorarla si corre. Y por otro lado, en el caso de correr con el objetivo de finalizar alguna carrera (10 kilómetros, Maratón o medio Maratón, etc.), siempre será recomendable la ayuda de un técnico o especialista que te asesore con un determinado plan de entrenamiento, ya que si realizas sobreesfuerzos, sobreentrenamientos, o por el contrario corres una carrera sin la preparación adecuada, tu salud se puede ver perjudicada. Además, hay que tener siempre en cuenta determinadas pautas de alimentación (algo imprescindible), descanso, sueño y recuperación muscular que permitan mejorar todavía más el rendimiento deportivo.

En conclusión, si bien correr es una actividad implícita en otros deportes, también puede ser una disciplina en sí misma que, ya sea a nivel amateur o competidor, puede convertirse en algo más que un hobbie: Por experiencia propia, el running puede suponer un gran cambio personal. En futuros posts os contaré cómo será mi paso por mi primer Maratón, el Rock and Roll Madrid Maratón de este año. Hasta entonces… ¡A CORRER!


David Olivares Valles
@davipsico